Tras siete libros, me moría de ganas de conocer la historia de Gregory y ver el final del último de los hermanos que quedaba soltero. Aunque lo cierto es que llegaba a la novela con algo de miedo porque los anteriores, las historias de Eloise, Francesca y Hyacinth no me habían terminado de convencer.
Buscando esposa nos presenta la historia de amor de Gregory, el penúltimo de los hermanos Bridgerton y el último en abrirse al amor. Julia Quinn tenía todo un reto con esta historia: sorprender a los lectores después de otras siete novelas románticas. Ya nos había mostrado todo tipo de clichés: relación falsa, Friends to lovers, Enemies to lovers… Y a pesar de ello ha conseguido tenerme desde el principio enganchada con la sensación de estar leyendo algo completamente distinto a lo anterior.
Además, la historia mantiene el humor típico Bridgerton que consigue arrancarte carcajadas con las situaciones más absurdas y entretenidas (que todo muy divertido hasta que te las saca en el metro y la gente te mira raro). Esto, unido al viaje emocional de Gregory y a las apariciones de otros hermanos y sus parejas hace que resulte en un cóctel perfecto entre la risa, la nostalgia y muchas otras emociones a flor de piel.
Al igual que ocurre con el resto de libros de la saga, hay muy pocas tramas secundarias y estas no roban en ningún momento protagonismo a la principal. Sin embargo, en la novela de Gregory ha habido momentos en que no podía esperar a que avanzar un poco alguna de estas secundarias porque me tenían atrapada.
Si bien es cierto que después llegó Bridgerton: Felices para siempre, Buscando esposa es un primer final maravilloso para la historia de estos entrañables hermanos. Julia Quinn cierra la saga no solo cumpliendo el sueño de Violet de ver a todos sus hijos con la vida resuelta, sino también haciendo las delicias de los lectores con las pequeñas apariciones de los hermanos mayores, sobre todo de mi adorado Anthony.
¿Os habéis contagiado ya de la fiebre Bridgerton?
Culture by Adela 